- «Esto es Gaza, esto es Ucrania. No, esto es Valencia».
- Un 60% de las ayudas del Estado no han llegado y 15.000 familias sobreviven sin poder comer ni beber agua potable.
Madrid, 1 de julio de 2025.- Nueve meses después de la devastadora DANA que golpeó la Comunidad Valenciana, una crisis humanitaria silenciosa y desgarradora se cierne sobre 15.000 familias. Lo que en su momento fue una tragedia natural, hoy se ha convertido en una emergencia humanitaria que elude los titulares y la respuesta institucional, dejando a miles de personas en una situación de indigencia extrema. La Fundación Madrina, presente en la zona desde el tercer día de la catástrofe, denuncia esta cruda realidad y anima a movilizar la solidaridad de España de nuevo ante la inacción del Estado.
La cruda realidad: Familias abandonadas a su suerte
La DANA arrasó 76 municipios, pero las ayudas oficiales no llegaron. Hoy, un 60% de los afectados carecen de recursos básicos para comer, vestirse, moverse o reconstruir sus hogares. Familias que antes eran «normales» han caído en la vulnerabilidad, y aquellas que ya eran vulnerables han sido empujadas a la indigencia más absoluta, subsistiendo gracias a la caridad de sus vecinos.
Olga Jiménez, ingeniera forestal y voluntaria principal, junto a una red incansable de colaboradores, es el rostro de la resistencia en Valencia. Su testimonio es escalofriante: «Son historias sacadas de libros de terror. Tenemos bebés prematuros que nacen con 1,8 kilos porque sus madres no tienen qué comer. Niños con parásitos, madres desnutridas, abuelos sin medicación ni agua potable». La contaminación del agua es tan grave que incluso ducharse es un riesgo, con menores naciendo ya con bajo peso y parásitos.
Se han documentado casos extremos que permanecen invisibles: personas que han vivido semanas en escaleras y terrazas, una contaminación del agua extrema que llega a los bebés recién nacidos con parásitos. Hay familias sin medios de transporte ni acceso a alimentos. Son suicidios que se ocultan (cerca de 100), y muchas más muertes de las oficialmente declaradas, una dolorosa consecuencia de la omisión de auxilio por parte del Estado.
Un drama con nombres y apellidos
La emergencia ha desaparecido de las noticias, pero la realidad sobre el terreno es demoledora. Solo en 9 municipios, Olga y su equipo han documentado con nombres y apellidos a 3.500 familias afectadas. Extrapolando a los 76 municipios impactados, la estimación más conservadora alcanza las 15.000 familias en situación de indigencia extrema.
Los perfiles de los damnificados son desgarradores: familias numerosas, ancianos, personas con enfermedades crónicas como diabéticas e hipertensas que no tienen acceso a la fruta y verdura que necesitan para su salud. Historias como la de una mujer con cuatro hijos (uno prematuro) sin acceso a agua potable, o víctimas de violencia machista sin medios de transporte para acudir a sus tratamientos médicos, son el día a día en la «otra Valencia». Olga lamenta: «Estamos en la huerta de Europa, y tenemos que llevarles un tomate como si fuera oro«.
Voluntariado al límite, instituciones ausentes
La única respuesta efectiva la ha tenido la sociedad civil. Las redes de voluntariado llevan nueve meses suministrando alimentos, en muchos casos sin descanso ni relevo. Cocinas solidarias han pasado de preparar 800 a 4.000 comidas diarias. Pero esta red, agotada, no puede más. «Muchos voluntarios están de baja, se medican para poder seguir. Esto no se sostiene más», explica Olga. La falta de cobertura mediática ha contribuido a un negacionismo social que asume erróneamente que la emergencia ya pasó, llegando incluso a acusar a Olga de mentir al pedir ayuda pública.
La labor incansable de Fundación Madrina
La Fundación Madrina, que ha estado presente desde el tercer día de la DANA, ahora se prepara para un nuevo desafío: la creación de una residencia para madres solas y embarazadas en Valencia, ofreciendo un refugio seguro a quienes lo han perdido todo. Su compromiso va más allá de la asistencia básica, buscando soluciones a largo plazo para las familias más vulnerables.
¿Cómo puedes ayudar?
La sociedad civil es ahora la única esperanza para estas 15.000 familias. La Fundación Madrina lanza un llamamiento nacional urgente a la solidaridad. Se necesita, con extrema urgencia:
- Agua potable embotellada: El agua local sigue contaminada en muchas zonas, y la higiene básica es un lujo inalcanzable para muchos.
- Comida fresca: Frutas, verduras y proteínas son esenciales para prevenir la desnutrición, especialmente en niños y ancianos.
- Alimentos no perecederos: Arroz, legumbres, latas… son la base para asegurar la subsistencia diaria.
- Productos de higiene: Especialmente materno-infantil, para garantizar unas condiciones mínimas de salubridad y evitar enfermedades.
- Leche de fórmula y alimentos para bebés: Fundamental para el correcto desarrollo de los más pequeños.
- Bicicletas: La movilidad es un problema grave para quienes han perdido sus vehículos, impidiendo el acceso a servicios básicos y a la ayuda.
Puedes hacer tu aportación a través de:
- BIZUM SOLIDARIO: Envía tu donación al 00909 (asunto: «Valencia»).
- Entrega física de alimentos: Lleva tus donaciones a Plaza San Amaro 4, Madrid.
- Empresas: Pueden donar productos y transporte coordinando con Fundación Madrina a través del teléfono 91 449 06 90 o su web www.madrina.org.
«Esto es Gaza, esto es Ucrania. No, esto es Valencia», resume Olga. Cada cifra esconde una historia real: niños que no comen, ancianos que no beben, madres que dan a luz sin asistencia ni nutrición. La omisión de auxilio por parte del Estado ha incrementado las víctimas. Tu ayuda es crucial. 15.000 familias valencianas te necesitan ahora. No mañana. Hoy.
Conrado Giménez | 619717565 | presidencia@madrina.org
Andrés del Val | 607397172 | prensa@madrina.org