La Fundación Madrina pide más ayudas directas para la infancia y maternidad vulnerable en el primer mundo donde hay “guetos de pobreza extrema”, para que los niños tengan derecho a su propia madre, y estas puedan salir adelante sin tener que vender o alquilar su propio cuerpo o estar expuestas a la trata.
La maternidad subrogada es una trata de menores a beneficio de las personas con más recursos en el primer mundo. La infancia y la maternidad se convierten así en una Commodity, un business, un bien escaso en el primer mundo que se compra como “materia prima” en el tercer mundo (o en el primer mundo vulnerable), haciendo business de la pobreza, sufrimiento y vulnerabilidad de la mujer.
Las guerras de Ucrania, Haití y países africanos, las catástrofes naturales como las de Turquía y Siria, y últimamente la violencia y pobreza de países latinos, están generando que niños, adolescentes y mujeres, acaben siendo víctimas de prostitución, trata, adopciones ilegales y tráfico de órganos. Alemania y EEUU, entre otros países, se convierten en origen, tránsito y destino de este comercio injusto e inmoral.
Según el derecho europeo está prohibido la gestación por sustitución mediante precio. En España, la Ley de Técnicas de Reproducción Humana Asistida considera nulo el contrato de gestación por sustitución, y determina la filiación materna por el parto, con la posibilidad de reclamación de la paternidad por el padre biológico.
Se estima que cada año nacen en todo el mundo al menos 20.000 niños mediante gestación subrogada, según la ONG suiza International Social Security, la mayoría de menores provenientes de estos vientres de alquiler vienen de Estados Unidos y de Ucrania. Según estimaciones extraoficiales, la gestación subrogada trae a España entre 700 y 1.000 niños al año. En España, entre 2010 y 2016, se contabilizaron un total de 979 inscripciones por gestación subrogada en los registros consulares del extranjero, siendo Estados Unidos el país que concentra un mayor número de registros en ese periodo, con un 56%.

Madrid, 31 de marzo de 2023.-
La entidad no desea hacer ningún juicio de valor que afecte a ningún menor ni a su madre. Cabe señalar, igualmente, que la Fundación Madrina siempre se alegra del nacimiento de un menor al que deseamos todo lo mejor junto a su madre. Sin embargo, y debido a la experiencia de la Fundación Madrina en este tema, desea matizar lo siguiente:
- No existe el derecho a ser madre, por el contrario, sí que existe el derecho de todo menor a tener una familia, y una madre.
- Se puede considerar la maternidad subrogada como una “trata de menores” a beneficio de las personas con más recursos en el primer mundo, haciéndose negocio con la infancia y la maternidad vulnerable y convirtiendo al niño en mera mercancía, privándole de sus derechos fundamentales.
- La infancia y la maternidad se convierten así en una Commodity, un bien escaso en el primer mundo que se compra en el tercer mundo, haciendo business de la pobreza y vulnerabilidad de la mujer.
- En la sociedad actual llama la atención de que una persona adulta y con recursos económicos, por encima de los 50 años pueda ser madre y nos felicitamos por ello, sin embargo, hay muchas madres vulnerables y sin recursos, por encima también de los 40 años (y por supuesto madres adolescentes por debajo de los 18 años), a las que los Servicios Sociales les han retirado la tutela de los menores, alegando que no presentan por la edad habilidades sociales ni parentales para cuidar de sus hijos menores.
- La “maternidad subrogada” sólo contempla los derechos de la mujer, nunca el mayor bien del menor. Al menor se le priva de la “lactancia materna” y a su propia madre, también son separados el menor y su madre biológica en el momento del parto, lo cual le puede provocar al menor una herida neurológica, y el “síndrome de abandono” además del estrés y ansiedad, por todo ello, entendemos que se están vulnerando los Derechos Fundamentales del Niño, valorando solo con la “maternidad subrogada”, los derechos de la madre subrogada, mercantilizando la vida del menor y negando su derecho de identidad.
- Después del negocio de las armas, las drogas, la trata, el negocio de la “infancia y maternidad vulnerable” como Commoditie o “materia prima” en el mundo, mueve tanto dinero como todos los anteriores, incluyendo vientres de alquiler, adopciones internacionales, fecundaciones in vitro, IVEs, prostitución, trata, tráfico de órganos, tutelas, orfanatos, entre otros.
Con la guerra de Ucrania, diferentes asociaciones españolas de “maternidad subrogada” se pusieron en contacto con la Fundación Madrina, solicitando a la entidad “rescatar a menores ucranianos” de madres biológicas en subrogación, apresadas en sótanos de hospitales o viviendas. Siempre la solicitud era para recoger al menor y nunca a su madre biológica, dejando siempre a la madre en suelo bélico.
La Fundación Madrina indica que le parece peligroso que se haga “negocio” (business) con la infancia y la maternidad más vulnerable en países del tercer mundo donde hay una violencia y pobreza extrema. Este negocio genera que la infancia y la maternidad se están convirtiendo en una Commodity, un bien escaso que abunda en el tercer mundo o en el primer mundo más vulnerable, (donde hay también guetos de pobreza extrema), que se vende al primer mundo donde hay escasez de infancia y maternidad.
Cabe señalar que la Fundación Madrina acoge desde hace 22 años a mujeres jóvenes, adultas y adolescentes victimas de trata, prostitución, violencia, violación o abuso. Todas ellas, han sido víctimas de violencia, abandono, abuso, así como de la guerra y pobreza de sus países.
Actualmente, existe riesgo de trata de niños y de órganos en países con conflictos y guerras, víctimas de catástrofes naturales y países en violencia y pobreza, con muchos niños y mujeres víctimas de grandes desplazamientos. Así ocurrió con el conflicto de los Balcanes en Europa o de Armenia y Turquía hace años, y también en Haití a pesar del despliegue de los cascos azules.
Todos estos conflictos generaron grandes desplazamientos de niños, adolescentes y mujeres, que acabaron siendo víctimas de prostitución, trata de niños y mujeres, adopciones ilegales de menores y tráfico de órganos. Muchos de ellos acabaron en los dos grandes mercados de la trata que son Alemania y países bajos, en Europa, y Estados Unidos en América.
Actualmente, los conflictos bélicos de Ucrania y Haití, o las grandes catástrofes naturales en Siria, Turquía, ponen en grave peligro a miles de menores y adolescentes en riesgo de trata de personas. Asimismo, la pobreza y la guerra en países como Nigeria, y otros países africanos, a los que se ha unido el riesgo de la violencia y la pobreza de países latinoamericanos como Venezuela, Honduras, Nicaragua, Perú, Colombia, y últimamente México, Chile, Brasil y Argentina. En todos está emergiendo nuevas formas de mercantilización de la infancia y maternidad más vulnerable, como la trata de personas y órganos.
Madrina pide encarecidamente que se luche con todas las armas posibles contra la comercialización de la “infancia y la maternidad”, que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, tras el tráfico de drogas y de armas.