- El proyecto Pueblos Madrina ha reubicado a más de 300 familias y cerca de 1.000 niños en zonas rurales.
- Muchos propietarios en las grandes urbes verbalizan que “no aceptan mascotas, ni embarazadas, ni niños”. Estos niños son bienvenidos en el entorno rural.
Madrid, 6 de mayo de 2024 – Jessica, una madre española con Ataxia de Friedreich y dos hijos, se encontraba en una situación crítica a punto de perder la custodia de sus hijos debido a problemas de alojamiento. Hace años, en el momento más vulnerable de su vida tras el nacimiento de su último hijo, encontró refugio en los pisos tutelados de la Fundación Madrina, quienes la ayudaron a salir adelante. Sin embargo, al no tener un hogar estable, se enfrentaba a la posibilidad de que los servicios sociales les arrebataran a sus hijos.
Ante esta situación desesperada, Jessica acudió nuevamente a la Fundación Madrina, quienes no dudaron en brindarle su apoyo. Gracias a la colaboración con el Ayuntamiento de Santa María del Berrocal, un pueblo castellano leonés de 500 habitantes, Jessica y su familia han encontrado un nuevo hogar.
El Ayuntamiento de Santa María del Berrocal les ha cedido un precioso chalet de dos plantas, dos baños, cinco habitaciones y un terreno, ofreciendo a la familia una oportunidad única para rehacer su vida. Esta iniciativa se suma a otras acciones similares realizadas por la Fundación Madrina en colaboración con este Ayuntamiento, como la acogida de una familia madrileña con siete niños en edad escolar que se encontraban en situación de calle, y dos familias más con tres y dos hijos respectivamente.
Esta historia es un ejemplo de la solidaridad y el compromiso de la Fundación Madrina y el Ayuntamiento de Santa María del Berrocal con las familias más vulnerables. Gracias a su colaboración, Jessica y sus hijos podrán tener un futuro más estable y feliz en un entorno que les ofrece nuevas oportunidades.

Fundación Madrina: Pueblos Madrina, un oasis de esperanza para familias numerosas en la España vaciada
La Fundación Madrina, en su incansable lucha contra la pobreza infantil y la despoblación rural, pone en marcha el proyecto Pueblos Madrina. Esta iniciativa tiene como objetivo brindar una oportunidad de vida a familias numerosas que se encuentran asfixiadas por los altos costes de la vivienda y la vida en las grandes ciudades.
Las familias con niños son especialmente vulnerables a esta situación, ya que muchos propietarios se niegan a alquilarles viviendas por considerarlos una carga o molestia. Muchos propietarios verbalizan que “no aceptan mascotas, ni embarazadas, ni niños”. Esta discriminación, sumada a la escasez de plazas en guarderías y colegios públicos, aboca a estas familias a una espiral de exclusión social que se ve agravada por el absentismo y el fracaso escolar de los menores.
Pueblos Madrina ofrece a estas familias la posibilidad de rehacer sus vidas en entornos rurales donde son bienvenidos y donde sus hijos no solo son el futuro, sino también la garantía de mantener abiertos colegios, servicios públicos y, en definitiva, la vida en los pueblos.
Un cambio radical para las familias
El proyecto Pueblos Madrina no solo supone un cambio de residencia, sino un cambio radical en la calidad de vida de las familias. En las zonas rurales, los niños tienen acceso a una educación personalizada en aulas con un máximo de 6 alumnos, frente a los 30 de las grandes ciudades. Esto se traduce en un mejor rendimiento académico y en un mayor desarrollo personal.
Además, las familias encuentran en los pueblos un entorno más seguro, con una comunidad más unida y donde la vida es más tranquila y asequible. La Fundación Madrina les proporciona el apoyo necesario para integrarse en su nuevo entorno, ofreciéndoles asesoramiento laboral, formación y acompañamiento psicológico y social de manera presencial y permanente.

Un éxito rotundo
Desde su puesta en marcha, el proyecto Pueblos Madrina ha reubicado a más de 300 familias y cerca de 1.000 niños en zonas rurales, donde han encontrado una esperanza de vida que jamás hubieran podido alcanzar en las grandes ciudades. Ninguna de estas familias desea regresar a su antigua situación, y todas ellas han experimentado una notable mejora en su bienestar y en el de sus hijos.
Pueblos Madrina es un ejemplo palpable de cómo la colaboración entre entidades sociales, ayuntamientos y comunidades rurales puede generar un impacto positivo y duradero en la vida de las personas más vulnerables. La Fundación Madrina invita a todas las personas e instituciones que quieran sumarse a esta causa a colaborar en la construcción de un futuro más justo y equitativo para las familias y para la España vaciada.