Grave y creciente aumento de pobreza en la ancianidad, junto a las madres solas y familias con menores a cargo.
Los “abuelos canguro”, amortiguador de la pobreza “materno-infantil” y garantes de la conciliación familiar y laboral
Los abuelos deberían ser Patrimonio de la Humanidad. “todo niño tiene derecho a sus abuelos, por que cumplen una misión de padres, educadores, cuidadores y abuelos a la vez”.
Los abuelos han criado y educado a muchas generaciones de nietos. “Hay más dicha en ser abuelos que en ser padres”.
Abuelos Madrina: la solución rural a la soledad y a la necesidad de vivienda de la madre sola. El proyecto genera un vínculo familiar para los abuelos que vuelven a “crear familia”.
Madrina ofrece 9 medidas económicas y sociales para proteger a los abuelos y equipararse a Europa.
Casi dos millones de mayores viven solos, y la proporción de mayores de 80 años casi se duplicó entre 2001 y 2020. Madrina denuncia que la soledad de los abuelos deteriora seriamente la calidad de vida de los abuelos y que la falta de conciliación y las crisis les han convertido en “canguros de sus nietos”, algo que incrementa su bienestar y su sentimiento de utilidad, pero que han llegado a mantener hasta 3 generaciones en su propio hogar, muchos con una pensión mínima de entre 300 a 600 euros, lo que ha condenado a muchos a las “colas del hambre» ya que la protección del Estado a los abuelos pensionistas es reducida.
Entre las medidas económicas que hay en otros países, podemos tomar dos ejemplos claros como el de Alemania, donde los abuelos canguros pueden desgravarse durante los 14 meses siguientes al nacimiento del niño en el caso de que el padre o madre sufran una enfermedad y el cuidador no trabaje más de 30 horas a la semana. En Portugal, los abuelos tienen derecho al 100% del sueldo si se dedican al cuidado del nieto durante el mes siguiente a su nacimiento.
Madrid, 25 de julio 2023.– En el Día Internacional de los Abuelos, Fundación Madrina quiere rendirles un homenaje recordando el papel fundamental que tienen en los momentos de crisis como amortiguadores de la pobreza “materno-infantil”, y conciliadores laborales y sociales de los padres, a través del cuidado de sus nietos.
La Fundación, conoce el valor que tienen nuestros abuelos en la sociedad y todo el cariño que merecen, por ello, Madrina creó el programa de realojo de “Abuelos Madrina” de madres vulnerables con menores en el “entorno rural”.
Madrina ha conseguido parar decenas de desahucios de familias con menores, y gracias al programa de realojo en “Pueblos Madrina” de la España vaciada se ha podido dar una vivienda digna y trabajo a familias con menores vulnerables y víctimas de desahucios. Por su parte, los “Abuelos Madrina” acogen a madres solas con menores. Este proyecto mejora la calidad de vida de los abuelos, alarga su esperanza de vida y genera un entorno y un vínculo de apego más seguro para ellos.
Madrina piensa que “crear familia” con los abuelos, es una la solución a la soledad de los mismos en el entorno rural y a la falta de vivienda en madres solas. La entidad trabaja en el proyecto desde hace 19 años.
Todavía en las “colas del hambre” aparecen ancianos que necesitan alimentos ya que no llegan a fin de mes con su pensión. Son ancianos españoles, y de otros países. La Fundación les alimenta con bebidas proteicas y nutritivas y alimentación de adulto, siempre y cuando son mayores que protegen en su vivienda a menores y gestantes. La subida del precio de los alimentos, la energía y de la vivienda, les impide sobrevivir.
Según datos que maneja la Fundación Madrina, han aparecido un 1% de personas mayores en las “colas del hambre”, para pedir alimentos para ellos, sus hijos y sus nietos. También observamos que todos ellos tienen graves problemas de movilidad, por lo que muchas veces la entidad les lleva la comida a casa a través de voluntarios. Cuando los abuelos vienen al “Banco del Bebé”, se les sienta en una silla y se les da bebidas para que estén hidratados.
Familias enteras de hasta 3 generaciones se hacinan en la vivienda del abuelo, y son mantenidas con su pequeña pensión, lo que provoca que el abuelo con su pensión sólo pueda pagar el alquiler o los gastos de la casa y deba venir al “Banco del Bebé” para alimentarse él, sus hijos y nietos en las “colas del hambre”.
Para la Fundación Madrina, “los abuelos han sido el mayor amortiguador social de la pobreza materno-infantil en nuestro país, y garantes de la conciliación familiar y laboral de sus hijos, cuidando a los nietos”. Son abuelos que han estado manteniendo hasta 3 generaciones, acogiendo en su casa, cuando sus hijos perdieron el trabajo y el hogar, o cuando hacían de “abuelos canguro” para que su nuera o su hija pudieran por otra parte, la experiencia de Fundación Madrina nos indica que “hay más dicha en ser abuelo que en ser padre”. Los abuelos disfrutan, de los niños y de los nacimientos, más que los propios padres, son más conscientes y establecen mayores vínculos con los menores, presentando una doble paternidad y maternidad, “muchos abuelos son los que verdaderamente crían a los nietos”.
Multitud de abuelos han criado a los hijos del siglo XXI especialmente en Latinoamérica, y en España. Para Fundación Madrina, “todo niño tiene derecho a sus abuelos, porque cumplen una misión de ser padres, educadores, canguros, cuidadores y abuelos a la vez”.
Para la Fundación Madrina los abuelos son un pilar fundamental de la sociedad. La figura del “abuelo canguro”, ha sido el soporte de miles de familias que se han visto sin trabajo y sin hogar, o bien han tenido que conciliar para trabajar., y también por ser los amortiguadores sociales y humanos de la pobreza “materno-infantil”, empobreciéndose ellos y teniéndose que alimentar en las “colas del hambre”.
Por otra parte, los abuelos son los que educan a los niños, ya que cada vez es más habitual en las familias, la ausencia de los padres. Los adolescentes valoran mucho este acompañamiento y educación que les ha proporcionado sus abuelos. Para Madrina, los abuelos, “deberían ser considerados Patrimonio de la Humanidad”.
Es importante señalar que muchas jóvenes adolescentes y adultas embarazadas, vienen a la fundación, y explican que “su único miedo es como se lo van a decir a sus padres y cómo estos se lo van a tomar”. Cuando en la fundación se les pregunta si tienen abuelos, ellas mismas contestan que “sus abuelos son los únicos que les apoyan”, que no les importa lo que piensen o digan los demás, porque ellos son los únicos que les han educado y con los que han convivido.
Actualmente, ha aumentado sin precedentes el riesgo de la pobreza “materno-infantil”, que ha crecido hasta 1 de cada 4 familias en España, y especialmente en familias con hijos menores a cargo, familias monoparentales, y ancianos. Estos son los tres colectivos a los que se debe proteger especialmente, frente a la pobreza extrema.
Para la Fundación Madrina, los más vulnerables son los abuelos en soledad, a los que hemos abandonado tanto la sociedad como sus propias familias. La mayor parte de estos ancianos carecen de ingresos adecuados para sobrevivir, por lo que literalmente se encuentran en riesgo de pobreza extrema. Se podría afirmar que, en España, estamos asistiendo a un grave y creciente aumento de “pobreza en la ancianidad”, Madrina alerta que deben ser especialmente protegidos.

FUNDACIÓN MADRINA SOLICITA 9 MEDIDAS SOCIALES PARA PROTEGER A LOS ABUELOS:
Madrina solicita que el trabajo de los “abuelos canguro” sea reconocido económicamente por el Estado como en otros países de Europa, como Alemania, Portugal o Italia, con un “salario base de cuidador”.
1. Bonificar y gratificar el “cuidado del mayor dependiente” y el entorno familiar de los mayores de una forma más eficiente y directa.
2. Equiparar las pensiones mínimas de los mayores al salario base de supervivencia y legado universal, por encima de los 2.000 euros.
3. Reconocer el “derecho de todo mayor a un hogar digno, a sus nietos y a una sanidad universal”.
4. Proteger al mayor garantizando un “vinculo de apego seguro” del mismo, con su familia, y especialmente sus nietos y su entorno.
5. Creación de más centros de día con más plazas para cubrir todas las necesidades de los mayores que así lo soliciten, bonificando a las familias que les lleven a dormir a casa.
6. Facilitar vivienda social protegida, para los abuelos mayores.
7. Ayudas y desgravaciones fiscales para aquellas familias que “adopten a un abuelo” y le acompañen en sus últimos años con cariño y protección, haciendo un seguimiento estrecho del cuidado familiar.
8. Apoyar la entrega de viviendas en el entorno rural y de ciudades, para la constitución de familias que adoptan entre sí “abuelos y madres solas”, “adopta un abuelo, adopta una madre con niño” ofreciendo ayuda directa para vivir, transporte y mejora de viviendas.
9. Favorecer y financiar la accesibilidad de viviendas y portales, para personas mayores en el entorno rural.
10. Fomentar entre los servicios sociales y los jueces de familia, medidas que favorezcan que los niños con “órdenes de desamparo” puedan disfrutar el derecho de tener y convivir con sus abuelos, eliminando estas “ordenes de desamparo”, priorizando abuelos si hubiera familia extensa.
11. Fomentar proyectos que favorezcan los vínculos y protección del mayor en el entorno rural, como el proyecto de “abuelos madrina”, ofreciendo financiación y ayudando a adaptar las viviendas según las necesidades de los abuelos residentes y madres acogidas.
PROYECTO “ABUELOS MADRINA”
“La solución rural a la soledad de los abuelos y a la vulnerabilidad en las ciudades de las madres y niños”, crear familia, la solución a dos problemas graves
El proyecto de la Fundación de “Abuelos Madrina” mejora la calidad de vida de los abuelos, alarga su esperanza de vida y genera un entorno y vínculo de apego más seguro para ellos, ya que un envejecimiento activo es una de las medidas más eficaces para acabar con la soledad en las personas mayores.
En junio de 2013, hace 18 años, una pareja de abuelos en soledad llamaron a Fundación Madrina desde una bella localidad de Extremadura llamada Hervás para comentar: “no hemos podido tener hijos, estamos bien situados, y queremos adoptar un niño”. Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina le contesta bromeando que tiene el “kit completo”, “madre con niño”, y que si lo desea puede “adoptar” una madre embarazada. Un mes después empieza la aventura de la familia García. Jesús y Ángeles. Son dos personas de edad mediana, conocidas en el pueblo de Hervás, que no habían podido tener hijos y su situación económica era buena. Ahora han decidido tener y cuidar un hijo y no les ha parado nada. Saben que por el cauce de la administración todas sus puertas están cerradas, pero su sueño es grande y desean tenerlo, por eso han llamado a Fundación Madrina. En un mes la Fundación envía a Vera embarazada, una joven y bella madre boliviana, sin papeles, embarazada de 5 meses. Esta historia continúa ahora con Verita, una joven de 18 años que se siente del pueblo, que adora a sus abuelos adoptivos y que sueña con dedicarse a la estética y la peluquería. Su madre es ahora empresaria y dirige un bar de la población. Todos la quieren y Verita adora a su abuela que hace unos meses subió al cielo, y a su abuelo, que cada día de su vida ha ido a buscarle al colegio, incluso cuando ha llegado a ser adolescente. De hecho lleva tatuado su nombre.
Por ello, Verita de Hervás, llorando le escribe y recita a su abuela que acaba de fallecer el siguiente poema:
Abuela
”Mi abuela, mi ángel, mi estrella, que me guía, esa eres tú, que cuando estoy triste pienso en ti y me sale una sonrisa. No hay un día que no me acuerde de ti y que no te eche de menos. No sé dónde estarás, pero yo sé que una parte de ti está en casa, que una parte de ti está conmigo, que me estas cuidando desde donde estés y yo eso lo noto muchas veces. Sueño contigo pero me levanto y veo que no estás y me vengo abajo, pero luego recuerdo lo que me decías tú: “para adelante como una campeona” y pienso que a ti te gustaría verme feliz y no triste. Te echo muchísimo de menos abuela, si pudiera pedir un deseo seria que bajes 5 minutitos para darme solo un abrazo “lo echo muchísimo de menos”. Cuando llegaba a casa y me tenías esos huevos con patatas que tanto me gustaban o cuando tenía un mal día y llegaba y me dabas unos “achuchones” como tu decías. Eso y miles de recuerdos más que extraño muchísimo. Nadie sabe lo que te echo de menos. Espero que donde estés, estés bien, y me estés cuidando. Besos al cielo…”