- Hay una Crisis Global que requiere la acción urgente y conjunta de todos los países.
- Aumenta la inseguridad alimentaria que afecta más a las mujeres.
- Actualmente se pierde más del 30% de los alimentos que se producen.
- En España el 24% de las familias con hijos viven en situación de pobreza extrema.
- El aumento de la lactancia artificial en España, en comparación con otros países europeos, es una señal de alerta sobre las desigualdades en el acceso a una alimentación adecuada para las madres y los bebés.
Madrid, 16 de octubre de 2024.
A pesar de los avances en tecnología y producción agrícola, la inseguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos siguen siendo desafíos globales urgentes. Un nuevo análisis de datos de la ONU revela una situación alarmante que exige una acción inmediata y coordinada a nivel mundial.
La inseguridad alimentaria es un problema complejo que requiere soluciones integrales de todos los países. Debemos trabajar juntos, para construir un futuro donde todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos.

Principales datos:
El cultivo de los pequeños agricultores, representa el 33% de la alimentación mundial.
En el mundo se pierde un 32% de los alimentos en la cadena alimentaria, desde la granja hasta la mesa del consumidor, un 13% se pierde desde la granja hasta la venta al por menor y un 19% en la cadena minorista y de consumo.
Se cultivan 6000 especies de plantas para el consumo pero solo 9 representan el 66% de la producción total.
Un 29% de los peces están sobreexplotados y un 29% de las razas de ganado están en riesgo de extinción.
Más de 600 millones de personas enferman en el mundo y 420.000 mueren por consumo de alimentos contaminados.
Cerca de 3.000 millones de personas no pueden acceder a una dieta equilibrada de comida. Un 29% de los niños en el mundo padecen de secuelas físicas por la mala alimentación.
Principales hallazgos:
- Aumento de la pobreza alimentaria: En las últimas dos décadas, la pobreza alimentaria ha aumentado significativamente en muchas regiones, especialmente en países en desarrollo y zonas afectadas por conflictos. Factores como el cambio climático, la desigualdad económica y la pandemia de COVID-19 han incrementado esta crisis.
- Desperdicio alimentario sin precedentes: Se estima que un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se desperdicia, desde la producción hasta el consumo. Esto representa una pérdida enorme de recursos y contribuye al cambio climático.
- Impacto en la salud: La malnutrición en todas sus formas, desde la desnutrición hasta la obesidad, sigue siendo una de las principales causas de enfermedad y muerte en el mundo. Millones de personas, especialmente niños, sufren las consecuencias de una dieta inadecuada, o pobre o excesivamente elaborada.
- Desigualdades: Las mujeres y los grupos marginados, como los pueblos indígenas, son los más afectados por la inseguridad alimentaria. En España, por ejemplo, el 24% de las familias con hijos viven en situación de pobreza extrema.
- Cambio climático: El cambio climático está alterando los patrones climáticos, lo que a su vez afecta la producción agrícola y la disponibilidad de alimentos. Sequías, inundaciones y eventos climáticos extremos están poniendo en peligro los medios de vida de millones de agricultores.

La situación en España y Europa:
Si bien Europa ha logrado avances en la reducción del hambre, la pobreza alimentaria infantil y el desperdicio alimentario siguen siendo problemas preocupantes. El aumento de la lactancia artificial en España, en comparación con otros países europeos, es una señal de alerta sobre las desigualdades en el acceso a una alimentación adecuada para las madres y los bebés.
El papel de la Fundación Madrina:
La Fundación Madrina está desempeñando un papel crucial en la lucha contra la pobreza alimentaria infantil. A través de su programa del «Banco del Bebé», se proporciona leche materna a más de 500 bebés de familias vulnerables cada mes, contribuyendo a mejorar la salud y el desarrollo de los niños más pobres.
Madrina llama a la acción:
Para abordar esta crisis global, es necesario adoptar medidas urgentes a todos los niveles:
- Reducir el desperdicio de alimentos: Implementar políticas y programas para reducir las pérdidas en toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo.
- Invertir en agricultura sostenible: Fomentar prácticas agrícolas que sean más resilientes al cambio climático y que respeten el medio ambiente.
- Fortalecer los sistemas de protección social: Garantizar que las personas más vulnerables tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles.
- Cooperación internacional: Aumentar la cooperación entre países para abordar las causas profundas del hambre y la malnutrición.