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Lactancia materna y salud mental

2025: la Generación menos preparada

  • España Aborta la Alimentación Natural de su Infancia y Cronifica la Pobreza Estructural
  • Cada nueva generación está menos preparada física e intelectivamente que la anterior, y podría explicar el preocupante aumento del deterioro de la salud mental infantil y adolescente.
  • La Fundación Madrina solicita una dieta rica y abundante para la madre embarazada, garantizando así el derecho a un hábitat materno seguro para el bebé.
  • Solicita 7% de inversión del PIB, mayor conciliación y garantizar 2 años de crianza maternal para el menor, garantizando el empleo para la madre.

Madrid, 2 de agosto de 2025 — España ha cronificado la pobreza y la inseguridad alimentaria infantil, situándose como el país de Europa con la mayor tasa de miseria y pobreza entre sus niños. Este liderazgo en la miseria, con un Índice del 14,7% en diciembre de 2024, se refleja en una crisis silenciosa que va más allá de las cifras: el alarmante declive de la lactancia materna exclusiva. Este fenómeno, impulsado por la malnutrición materna y la ausencia de conciliación real, amenaza el desarrollo físico, neuronal e intelectual de la próxima generación, planteando la inquietante realidad de que los niños de hoy están menos preparados para el futuro que sus predecesores.

La salud materna, un termómetro social

La crisis económica y social en España se manifiesta también en la salud de las mujeres y madres. Según los datos de la Fundación Madrina, más de 700.000 mujeres no tienen acceso a la sanidad pública, y miles carecen de productos de higiene íntima. La pobreza menstrual, por ejemplo, afecta al 13% de las mujeres en edad fértil en España, con consecuencias directas en la asistencia escolar y la dignidad personal.

Madrina alerta: España Retrocede en Lactancia Materna Frente a Europa:

La Fundación Madrina alerta de que España está experimentando un crecimiento más rápido en la alimentación con leche artificial en comparación con la leche materna, una tendencia preocupante que nos aleja de los estándares europeos y pone en riesgo la salud de nuestros lactantes.

Además, España ha retrocedido en las tasas de lactancia materna exclusiva (LME). A pesar de los múltiples beneficios para la madre y el bebé, sólo el 28% de las madres españolas mantienen la LME hasta los 6 meses, muy por debajo de la media europea y las recomendaciones de la OMS. Esta caída se debe a la falta de políticas de conciliación que permitan a las madres compaginar la maternidad y la vida laboral, así como a la malnutrición de las madres de familias vulnerables, lo que afecta la calidad de la leche.

Según estudios de la UAM, el 66,4% de los bebés en España recibían LME a los 15 días de vida, pero esta cifra caía al 35,2% a los 6 meses, muy por debajo del objetivo del 50% de la OMS. Este descenso se vincula con factores como el nivel educativo de la madre, el uso temprano de chupetes y la separación madre-hijo tras el parto.

Entre las causas está la falta de conciliación para la mujer madre, que provoca la precipitación de la caída de la alimentación materna natural, al empezar a trabajar, y la malnutrición de las mujeres madres de familias vulnerables, lo que genera cada vez más rápido una caída en la riqueza de la leche materna y la necesidad de complementar con leches artificiales.

La Lactancia Materna en España cae y la Salud Infantil se resiente:

La Fundación Madrina alerta sobre la importancia crucial de la lactancia materna para el desarrollo infantil, especialmente en contextos de vulnerabilidad social y sanitaria. La fundación hace hincapié sobre las bajas tasas de lactancia materna exclusiva en España, significativamente muy por debajo de las recomendaciones de la OMS y de las más bajas de la Unión europea. Todo ello, vinculado a factores asociados como las desigualdades socioeconómicas y la falta de políticas de conciliación efectivas.

Madrina destaca que la leche materna es un “escudo biológico y social” que protege a los bebés de enfermedades y genera ahorros económicos significativos. Sin embargo, España se sitúa lejos de los objetivos internacionales, con solo un 24,7% de lactancia materna exclusiva a los seis meses.

La cronificación de la pobreza infantil: Una realidad estructural

Según el INE y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN), un tercio de los niños, niñas y adolescentes, cerca de 2,7 millones en total, que carecen de seguridad alimentaria y viven en riesgo de pobreza o exclusión social y 1 de cada 4 familias viven en situación de pobreza extrema. Esta cifra es la más alta de la Unión Europea, un récord que nos sitúa muy lejos de los estándares de bienestar de los países vecinos.

La pobreza en España no es un problema aislado, sino un problema estructural grave que se ha consolidado por encima de la media europea. La necesidad de dos salarios para la supervivencia mensual de una familia y un umbral de pobreza para un hogar unipersonal de 11.944,88 euros anuales para 2025, constituye un hecho alarmante. Este umbral de pobreza en España, indica que un número creciente de familias se encuentra por debajo de este límite. Todo ello, es un claro indicador de la fragilidad económica española y que afecta a las familias con hijos, evidenciando un deterioro económico que hipoteca el futuro de la infancia.

Pobreza y seguridad alimentaria: un derecho vulnerado

La pobreza infantil no es solo una cuestión de cifras, sino una cruda realidad que se traduce en inseguridad alimentaria y desnutrición. La falta de acceso a una alimentación adecuada tiene consecuencias devastadoras en el desarrollo físico y cognitivo de los niños, debilitando su sistema inmunológico, aumentando el riesgo de enfermedades y limitando su potencial educativo y social.

Según el equipo médico de la Fundación Madrina, un número significativo de niños carecen de seguridad alimentaria, y según los datos de la entidad, una de cada cuatro mujeres que acuden a la organización presenta síntomas de malnutrición. Este dato es un claro indicativo de que la precariedad económica afecta la dieta de las madres, lo que a su vez impacta directamente en la salud del bebé.

La carencia de esta alimentación esencial se traduce en la inquietante realidad de que cada nueva generación está menos preparada física e intelectivamente que las anteriores. Con un sistema inmune más débil y un potencial menor desarrollo neuronal, estos niños son más vulnerables ante enfermedades y podrían explicar el preocupante aumento del deterioro de la salud mental infantil y adolescente.

El aborto de la alimentación natural: Un impacto generacional

La crisis más grave, y a menudo ignorada, es el drástico descenso de la lactancia materna. La lactancia materna, que es el alimento más completo para la primera infancia, ha experimentado un colapso en España. Mientras que en generaciones pasadas se mantenía hasta los 4 años de vida del menor, hoy en día se interrumpe prematuramente, a menudo a los 6 meses, por debajo de los estándares europeos y las recomendaciones de la OMS. Esta interrupción es especialmente crítica, ya que el sistema nervioso central se cierra entre los 2 y 3 años de vida, un proceso que depende directamente de los nutrientes y ácidos grasos de la leche materna. Este “aborto” de la alimentación natural tiene dos causas principales, según la Fundación Madrina:

  • Malnutrición materna: El equipo sanitario de la Fundación ha descubierto un aumento desproporcionado en el uso de leche artificial en familias vulnerables. La causa principal es que muchas madres embarazadas están mal alimentadas y sufren desnutrición, lo que compromete la salud perinatal del menor y resulta en una leche natural pobre y escasa. Por ello, la Fundación Madrina solicita una dieta rica y abundante para la madre embarazada, garantizando así el derecho a un hábitat materno seguro para el bebé.
  • Falta de conciliación real: A diferencia de países más desarrollados, que retiran a la madre del circuito laboral por 2 años para la crianza, en España, las madres vulnerables se ven obligadas a trabajar, interrumpiendo la lactancia. Esto está demostrado que causa más enfermedades en el niño, y a la larga, la madre termina perdiendo su empleo.

La interrupción de la lactancia es devastadora para el desarrollo del niño. Los nutrientes y ácidos grasos de la leche materna son fundamentales para el desarrollo del sistema nervioso central, que se cierra completamente entre los 2 y 3 años de vida. La carencia de esta alimentación esencial se traduce en la inquietante realidad de que cada nueva generación está menos preparada física e intelectivamente que las anteriores, con un sistema inmune más débil y un potencial menor desarrollo neuronal. Esto podría explicar el preocupante aumento del deterioro de la salud mental infantil y adolescente.

La crianza como inversión: Una propuesta de futuro

Esta crisis tiene un alto coste económico. El aborto prematuro de la lactancia materna genera un 35% más de absentismo laboral, ya que el aumento de enfermedades infantiles y maternas fuerza a las madres a ausentarse del trabajo. Los países más desarrollados han comprendido que la crianza es una inversión, no un gasto. Al destinar al menos el 7% de su PIB a la infancia, logran mayores tasas de patentes, menores costes sanitarios y una reducción del absentismo. La ONU coincide en que esta inversión es la vía más rápida para salir de la pobreza.

La Fundación Madrina insiste en que la baja de maternidad debe ser íntegramente para la madre, por un periodo de 2 años, no por una razón ideológica, sino biológica y médica, con el objetico de garantizar un vínculo de apego seguro y sano que es fundamental para el desarrollo del menor.

La lactancia materna no es solo un acto de amor, sino una inversión insustituible en la salud presente y futura de nuestros niños. Entre los beneficios de la lactancia materna para el bebé, se encuentran el fortalecimiento del sistema inmunológico, la reducción de los riesgos de enfermedades infecciosas y el favorecimiento de su desarrollo cognitivo. Entre los beneficios para la madre, se sitúa la reducción del riesgo de ciertos cánceres femeninos y el fortalecimiento del vínculo madre-hijo.

En un mundo donde 4.500 millones de personas carecen de acceso pleno a servicios de salud, proteger la lactancia materna es un acto de justicia social.

La Falta de Conciliación Amenaza la Lactancia Materna y la Salud Infantil

La Fundación identifica la desigualdad socioeconómica y la falta de políticas de conciliación (permisos de maternidad insuficientes e inversión limitada en infancia), como barreras clave a la salvaguarda de la lactancia materna y propone medidas urgentes alineadas con la OMS y UNICEF, como la extensión de la licencia de maternidad a 96 semanas, un salario base maternal universal y una inversión del 7% del PIB en infancia.

España destina solo el 1,3% del PIB a infancia y maternidad, y los permisos de maternidad no se han actualizado desde 1989, cubriendo apenas 16 semanas frente a las 24 semanas recomendadas para la LME. A esto se suma que tan solo el 3,1% de los hospitales están acreditados bajo la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia (IHAN), frente al 92% de Noruega.

Es alarmante constatar que, con demasiada frecuencia, la decisión de dejar de amamantar se ve forzada por la falta de políticas de conciliación laboral efectivas. La presión para reincorporarse al trabajo prematuramente, sin el apoyo necesario para continuar la lactancia, está privando a los bebés de sus beneficios extraordinarios.

Finalmente, Fundación Madrina alerta sobre el impacto negativo del marketing agresivo de fórmulas infantiles y hace un llamamiento a la acción colectiva, instando a implementar políticas que prioricen el apoyo a la lactancia materna para garantizar la salud y el bienestar de la infancia.

España, a la cabeza de la miseria económica en Europa

El Índice de Miseria, un indicador que combina la tasa de desempleo y la tasa de inflación, refleja la salud económica y social de un país. En este sentido, los datos de diciembre de 2024 sitúan a España con un índice de 14,7%, un valor significativamente superior a la media de la Eurozona. Esta cifra, que ha ido en aumento, evidencia un profundo deterioro en la calidad de vida de los hogares, impactando de manera desproporcionada a los más vulnerables.

Detrás de este liderazgo en miseria se encuentran factores estructurales y coyunturales que convergen en una tormenta perfecta:

  • Altas tasas de desempleo real: Aunque la tasa oficial se sitúa en un 11,7%, la cifra de desempleados reales, que incluye a infraempleados y trabajadores desanimados, asciende a 3,9 millones de personas, lo que dificulta la estabilidad económica de millones de familias.
  • Inflación persistente: El aumento constante de los precios de productos básicos, como alimentos y energía, erosiona el poder adquisitivo de los hogares, haciendo cada vez más difícil cubrir las necesidades esenciales.
  • Elevado esfuerzo fiscal: La carga impositiva en España reduce la renta disponible de las familias, que se ven obligadas a destinar una parte considerable de sus ingresos a impuestos y cotizaciones, limitando su capacidad de ahorro e inversión.
  • Alta deuda pública: La abultada deuda del país reduce la capacidad del gobierno para invertir en políticas sociales y programas de apoyo a las familias, perpetuando el ciclo de la pobreza.

Riesgos para la Salud Infantil Derivados de la Eliminación Prematura de la Lactancia Materna:

Esta eliminación prematura de naturaleza natural o artificial, provoca una mayor susceptibilidad a infecciones en el lactante, ya que posee un sistema inmunológico menos fortalecido deja al bebé vulnerable a enfermedades. Asimismo, le puede provocar un incremento de problemas digestivos, debido a que la ausencia de los componentes protectores de la leche materna puede causar más episodios de diarrea y otras molestias.

La falta de nutrientes esenciales presentes en la leche materna puede impactar negativamente en el desarrollo cerebral del menor, potenciando un desarrollo cognitivo más bajo y lento en el infante. Por otra parte, hay un mayor riesgo de desarrollar alergias, debido a la exposición temprana del menor a fórmulas artificiales puede aumentar la probabilidad de reacciones alérgicas. Asimismo, se daría un posible impacto negativo en el vínculo madre-bebé, con la interrupción temprana de la lactancia, pudiendo afectar la conexión emocional.

Beneficios Esenciales de la Lactancia Materna: para el bebé y la madre

Entre los beneficios para el bebé, están el fortalecimiento del sistema inmunológico del bebe, ya que la leche materna está cargada de anticuerpos y células inmunitarias que protegen al bebé frente infecciones; la reducción del riesgo de enfermedades infecciosas, como la incidencia de otitis, neumonía, meningitis y sepsis; la disminución de problemas gastrointestinales, al proteger contra la diarrea y el vómito, favoreciendo una microbiota intestinal saludable; el menor riesgo a contraer alergias o desarrollar asma, eccema y otras alergias alimentarias; la contribución al desarrollo cognitivo e intelectual óptimo, al contribuir el desarrollo cerebral los ácidos grasos esenciales presentes en la leche materna; el favorecimiento de un peso saludable, ya que los bebés amamantados tienen menor riesgo de obesidad en la infancia y la edad adulta; un mejor desarrollo bucodental, debido a que el acto de succionar fortalece los músculos faciales y favorece una correcta alineación dental; tener un vínculo afectivo madre-bebé más fuerte, debido a que el contacto piel con piel durante la lactancia promueve un apego seguro.

Entre los beneficios para la madre, se sitúan la reducción del riesgo de cáncer de mama y de endometrio, debido a que la lactancia materna tiene un efecto protector contra estos tipos de cáncer; y el favorecimiento de la recuperación temprana posparto, ya que la lactancia materna ayuda a la contracción del útero y a la pérdida de peso después del parto.

Medidas urgentes para garantizar la Conciliación y la seguridad alimentaria materno infantil

Para revertir esta crisis y asegurar un futuro digno para los niños españoles, se insta a la administración a implementar con urgencia las siguientes medidas:

  1. Inversión del 7% del PIB en infancia: Aumentar el presupuesto para la protección y educación infantil.
  2. Licencia de maternidad de 2 años para la madre: Conceder una baja de maternidad de 2 años, exclusivamente para la madre, por razones biológicas y no ideológicas, para garantizar un hábitat materno seguro durante la crianza y un apego seguro.
  3. Salario Base Maternal Universal: Implementar transferencias directas a las madres durante los 2 años de la crianza del bebe.
  4. Universalización del acceso a la sanidad: Garantizar la atención médica a todas las mujeres embarazadas, madres y niños, sin importar su situación.
  5. Dieta rica para la madre embarazada: Implementar programas de apoyo nutricional para madres embarazadas en situación de vulnerabilidad.
  6. Acceso garantizado a productos de alimentación e higiene: Ofrecer acceso gratuito a productos de alimentación e higiene íntima para combatir la pobreza menstrual.
  7. Incentivos para la conciliación: Promover políticas laborales que permitan la conciliación en el trabajo.
  8. Reforzar la red de bancos de leche y lactarios: Aumentar la inversión en bancos de leche materna y en la certificación de hospitales IHAN.
  9. Salud mental y apoyo psicosocial: Ofrecer apoyo psicológico a madres, niños, adolescentes y familias en situación de riesgo.
  10. Educación y campañas de concienciación: Implementar campañas para destacar la importancia de la lactancia materna y la nutrición en el desarrollo infantil.

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